Al pensar en ecodiseño, muchas personas lo asocian a llantas recicladas, objetos hechos de botellas o productos hechos de semillas, y aunque estos son algunos de los ejemplos que se pueden encontrar, el ecodiseño va mucho más allá de eso. Para entenderlo, hay que comprender que los objetos se mueven y son parte de un sistema que sirve para satisfacer las necesidades humanas, que estos no aparecen de la nada y desaparecen cuando son desechados.
Banca Cuernavaca con aluminio reciclado
Todos los productos, actividades y servicios tienen un ciclo de vida que inicia desde la obtención de materia prima, fabricación, distribución, uso, deshecho, reciclaje y reutilización o finalmente la descomposición y es en cada una de estas etapas donde surgen los impactos ambientales, es decir, la contaminación que se produce por estos objetos.
Estos impactos ambientales son únicos por cada producto, es por eso que, al analizar el ciclo de vida de los productos de manera individual, se pueden encontrar algunos que contaminan más que otros, ya sea por los materiales con que están hechos, por la forma en la que se fabrican, por el desperdicio que producen, por la dificultad y distancia al transportarlos, por la energía que utilizan, por el tiempo de vida que tienen, la forma en que se tiran, si se reciclan, etc.
Es del análisis de este ciclo de vida de donde nacen las estrategias de diseño ecológico, las cuales tienen la intención de contrarrestar estos impactos. Estas estrategias son, por ejemplo: selección de materiales amigables con el medio ambiente, materiales biodegradables, materiales reciclables, reducción de material, modulación para evitar desperdicio, reducción de procesos de producción, productos plegables o apilables para aprovechar el espacio dentro del transporte, etc. Todas estas estrategias son aplicadas desde el proceso de diseño para que estos objetos nazcan siendo ecológicos, reduciendo y neutralizando impactos negativos o incluso beneficiando al medio ambiente.
Para que el análisis del sistema esté completo, se debe considerar además de los impactos ambientales, las necesidades del cliente, las demandas del mercado, el precio, las restricciones del entorno, las tecnologías, procesos y materiales con los que se cuenta o la facilidad para conseguirlos, así como el factor social. Este último se aborda generalmente desde estrategias como el comercio justo, condiciones de trabajo adecuadas, distintivos para empresas socialmente responsables, programas como Best Place to Work, inclusión de personas con discapacidad y el desarrollo de comunidades locales o marginadas. Algunos de los aspectos no infieren directamente en el diseño del producto, pero son parte del sistema.
De esta manera se puede entender por qué existen productos ecológicos como los pañales biodegradables, las frutas orgánicas, los mingitorios secos, los coches híbridos, los calentadores solares, la madera certificada, el ecoturismo, etc. Y esto es porque cada uno tiene una estrategia ecológica diferente que reduce el impacto ambiental de una etapa específica en su ciclo de vida.
El ecodiseño es una práctica ética y moral del diseño, donde las consideraciones sociales y ambientales tienen el mismo peso que las consideraciones económicas. Satisfaciendo de manera integral las necesidades del cliente y las demandas del mercado, al tiempo que evita impactos negativos en el medio ambiente y estimula el desarrollo social y económico.
Todos y cada uno de los objetos, servicios y actividades que desarrollamos son susceptibles a ser ecodiseñados, ya que todos producen algún tipo de impacto en el medio ambiente. Esta tarea no es fácil, ya que al desarrollar un proyecto ecológico aún hay muchos obstáculos. Estos pueden surgir de diversas maneras, pues no dependen directamente del proyecto en particular, sino que también intervienen factores externos que pueden afectar o limitar el alcance del diseño sobre el producto. Hace tiempo en Diseño Neko, al preguntar sobre un fieltro reciclado para un proyecto, el vendedor respondió “No es reciclado, es nuevo”; por lo que tuve que pedir que el gerente hablara a la fábrica donde me confirmaron que el material era 80% reciclado.
En otra ocasión le pregunté a un proveedor de madera si el pino era certificado, ya que así se le suele conocer a la madera de bosques sustentables, y él me respondió “Yo te certifico que es pino”; el proveedor no sabía a lo que me refería.
Tumbona Querétaro con madera certificada
Alguien me preguntó hace tiempo; “¿Eso de la ecología es una moda?”. Al reflexionar sobre el ecodiseño y su importancia, debo responder que sí, es una moda que tenemos que aprovechar para realizar un cambio ahora, puesto que en unos años será obligatorio. Los recursos se están agotando, la degradación ambiental del planeta va en aumento, las legislaciones prohibirán materiales y emisiones dañinas y exigirán control sobre los desechos tóxicos, y sólo las empresas que miren el cuidado del medio ambiente como una oportunidad de negocio asegurarán su permanencia en el mercado.